Desde el principio de este blog, comenzamos a ofrecer a nuestros lectores ejemplos de pasatiempos con los que se pudieran trabajar conceptos y procedimientos matemáticos. En todo momento hemos estado abiertos a aquellos de nuestros lectores de otras ciudades e incluso países, que alguno hay, que tuviesen en sus periódicos pasatiempos distintos de los que mostramos aquí. Pero hasta el momento no hemos tenido suerte y, salvo en una honrosa ocasión, ninguno de nuestros lectores nos han aportado material para enriquecer este banco de enunciados que están a disposición de todos.
Hoy sin embargo, tenemos que agradecer la ayuda prestada por mi colega de departamento, Reyes Mérida, que nos ha prestado una serie de pasatiempos que tenía recortados. Aunque nosotros teníamos algún ejemplo, no teníamos tantos como tenía guardado nuestra amiga, por lo que hoy vamos a dedicar la entrada a esos pasatiempos.
Hay revistas que se mantienen en los quioscos aunque se pueda pensar que han pasado a la historia. Una de ellas es el famoso Tele Programa (TP), que recuerdo de haber comprado en aquellos años en los que solo había dos cadenas televisivas.
Pues bien, hay sigue publicándose. Durante una época, que no sé si continúa, publicaba una hoja con pasatiempos, varios de ellos matemáticos. Y hoy vamos a recordar esos ejemplos.
En primer lugar, aparecía un problema típico de lógica, en donde había que rellenar un cuadro a partir de una serie de frases que relacionaban los elementos que había que colocar. Un ejemplo, es el siguiente:
Lo segundo que aparecía es el típico Mastermind de números, al que hemos dedicado ya varias entradas. Hay que descubrir un número oculto, sabiendo que números tiene en común con algunos conocidos, tanto en su lugar correspondiente como cambiados de lugar.
El tercer tipo de problemas era una serie de números, en los que había que conseguir descubrir la ley de formación y hallar el que seguía.
Y por la parte de atrás, de la página donde aparecían los anteriores, había siempre un comecocos infantil, que a veces eran puzzles de letras o palabras a las que le faltaban las vocales y cosas así. Pero alguna de las semanas el pasatiempo consistía en un laberinto numérico muy fácil en el que había que hacer una serie de operaciones básicas para encontrar valores oculto. Un ejemplo es el siguiente.
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