Hace más de un año incluíamos la entrada PMP. ¿Y de vista que tal? en la que hablábamos de una serie clásica de pasatiempos en la que aparecía un dibujo más o menos intricado y había que contar cuantos polígonos podían verse en esa figura, como el siguiente tomado de El País del 9 de Agosto de 1998.
En general, hay que tomar un método preciso para ir contando las figuras y explorar todas las posibilidades que existan, pues lo normal es que varios polígonos individuales formen a su vez otro polígono que suele pasar desapercibido. Por eso, si no se es sistemático es normal que se dejen elementos sin contabilizar.
El problema se complica cuando damos el salto a las tres dimensiones. En primer lugar, porque por desgracia el alumnado va perdiendo, a medida que avanza en su formación, la visión espacial que ha trabajado en sus primeros años de discente. En segundo lugar, porque, aunque aquí no nos encontraremos con el problema de que haya caras que se solapen y den lugar a otra más amplia, el dibujo siempre será en perspectiva, por lo que nunca podremos contar exactamente las caras de la figura. Por ello es fundamental encontrar un método para contar de forma sistemática todas las caras, incluso las que no vemos dibujadas.
Vamos a incluir un par de ejemplo de este tipo de pasatiempos. Comenzamos con uno más simple, tomado del suplemento Aula del periódico El Mundo del 10 de Diciembre de 2004.
En el segundo caso se complica un poco la figura, por lo que tenemos que conocer cuál será el número de vértices estrellados y deducir, a partir de ellos, el número de caras. Está tomado del periódico Diario 16.
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