domingo, 26 de noviembre de 2017

PMP. Mentirosos y sinceros infantiles.

Dentro del amplio bloque de los problemas lógicos, una parte importante corresponden a aquellos en los que aparecen personas que unos dicen la verdad, otros mienten y algunos según tengan el día.

Hace ya cuatro años propusimos una entrada en esa línea, partiendo de una escena de la película "Dentro del laberinto". La entrada fue PMP. LÓGICA ROBÓTICA y otras mentiras

La estructura general de este tipo de problemas es que nos encontramos ante una disyuntiva y para saber que elección hacer pedimos consejo. La dificultad estriba en que los que nos tienen que dar pistas, unas veces dicen la verdad y otros mienten, y normalmente no sabemos quién es el mentiroso y el sincero, por lo que tenemos que andar con cuidado a la hora de preguntarles.

Lo normal es que hay que hacer una pregunta enrevesada para que nos contesten lo que sea, nosotros podamos deducir la solución a nuestra pregunta, nos hayan mentido o dicho la verdad. Aunque a veces, no es necesario complicar mucho la pregunta, como puede verse en el siguiente trozo de la película "El enigma de Gaspar Hauser".



Hoy vamos a incluir dos de esos pasatiempos lógicos tomados de revistas infantiles, pues es claro, como hemos dicho otras veces, que la mayoría de pasatiempos se pueden aplicar a cualquier nivel, sin más que adaptar la cuestión a esa edad.

El primer pasatiempo está tomado de El Pequeño País, publicado el 16 de abril de 1989.


El segundo ejemplo lo hemos extraido de la revista Mister K del 15 de diciembre de 2004.

domingo, 12 de noviembre de 2017

PMP. Unas divisiones complicadas.

En el tiempo que llevamos publicando estas páginas, hemos incluido varios pasatiempos geométricos consistentes en dividir un elemento en partes. La mayoría de ocasiones se proponía conseguir que todas las partes fuesen iguales. En ocasiones las partes debían tener la misma superficie pero contener una serie de elementos iguales. Y a veces, se mezclaban las dos dificultades anteriores, queríamos conseguir piezas exactamente iguales que contuvieran una serie de elementos iguales. En ocasiones, esas cosas iguales eran números que debían sumar una cantidad igual.

Hoy, vamos a incluir también unos pasatiempos de dividir un elemento en partes, pero en los que el reto se complica por diversas cuestiones.

El primer ejemplo, tomado del desaparecido Diario 16, y del que no guardamos la fecha, nos piden dividir un cuadro en partes, pero que no deben ser todas iguales, el problema es que no nos puede quedar ninguna pieza suelta. La dificultad estriba en encontrar el menor número de piezas al dividir el cuadrado.


En el segundo caso, tomado de la revista QUO de agosto de 2010, lo que hay que dividir son nombres, pero reduciendo el número de líneas que lo dividen. Sin más que fijarse un poco, es muy fácil ver la solución.


Y para acabar, incluimos un problema de la revista Algo, publicada en septiembre de 1987. En este caso, la dificultad viene al tener que dividir en dos piezas del mismo área, pero fijar el comienzo de ese corte.